El bosque mediterráneo es un ecosistema característico de la región mediterránea que se extiende por países como España, Italia, Grecia, Turquía, Marruecos y otros. Se caracteriza por presentar una vegetación adaptada a condiciones de clima mediterráneo, con veranos calurosos y secos y inviernos suaves y húmedos.
En cuanto a la fauna, el bosque mediterráneo alberga una gran diversidad de especies adaptadas a este tipo de hábitat. Entre los mamíferos más comunes encontramos al zorro, la liebre, el conejo, el jabalí y el ciervo. En cuanto a las aves, destacan especies como el águila real, el búho real, el buitre leonado, el azor y el milano negro. En cuanto a reptiles y anfibios, destacan especies como la culebra de escalera, la lagartija colilarga, el sapo común y la salamanquesa.
En cuanto a la vegetación, el bosque mediterráneo está compuesto por una gran diversidad de especies adaptadas a las condiciones de clima mediterráneo. Entre los árboles más comunes encontramos el encinar, formado por encinas y alcornoques, el pinar, formado por pino carrasco y pino piñonero, y el monte bajo, formado por especies como el romero, la jara, el tomillo y el brezo.
El bosque mediterráneo es un ecosistema con una gran riqueza biológica y una gran importancia ecológica, ya que juega un papel fundamental en la regulación del ciclo del agua y en la conservación de la biodiversidad. Sin embargo, este ecosistema se encuentra amenazado por la deforestación, la urbanización y el cambio climático, por lo que es necesario tomar medidas para su conservación y protección.
En definitiva, el bosque mediterráneo es un ecosistema único que alberga una gran diversidad de especies de fauna y flora adaptadas a las condiciones del clima mediterráneo. Su conservación es fundamental para garantizar la biodiversidad y la salud de nuestro planeta.