Los zombies son una de las criaturas más populares en la cultura popular, apareciendo en películas, series de televisión, libros y videojuegos. Aunque se les suele asociar con el terror y la ficción, ¿qué decir de la ciencia detrás de los zombies?
A pesar de que los zombies no existen en la vida real, la ciencia ha tratado de explicar cómo podrían surgir estas criaturas. Un concepto común en muchas historias de zombies es el de un virus que infecta a los seres humanos y los convierte en muertos vivientes. Si bien no existe un virus que pueda hacer que los muertos se levanten de sus tumbas, la ciencia ha estudiado cómo funcionan los virus y cómo podrían afectar a los seres humanos.
Por ejemplo, uno de los virus que se ha comparado con la idea de los zombies es el virus de la rabia. La rabia es un virus que afecta al sistema nervioso central y puede causar síntomas como agresividad, confusión y cambios de comportamiento en los seres humanos y otros mamíferos. En algunos casos graves de rabia, las personas afectadas pueden incluso mostrar comportamientos similares a los de un zombie, como morder a otras personas sin razón aparente.
Además, la ciencia también ha investigado cómo las enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson pueden afectar la función cerebral y el comportamiento de las personas. Estas enfermedades pueden causar síntomas como confusión, desorientación y pérdida de memoria, que podrían dar la impresión de que una persona se ha convertido en un zombie.
En resumen, si bien los zombies son en su mayoría obra de la ficción y la imaginación, la ciencia ha demostrado que hay ciertos aspectos de la realidad que podrían explicar algunas de las características de estas criaturas. Aunque es poco probable que nos encontremos con una horda de zombies sedientos de sangre en la vida real, la ciencia nos ayuda a comprender mejor cómo funcionan los virus y las enfermedades que podrían llevar a comportamientos extraños en los seres humanos.