Un equipo internacional de científicos ha logrado secuenciar el genoma completo de dos parientes asiáticos que vivieron hace aproximadamente 50 mil años. Este importante avance en la investigación genética arroja luz sobre la evolución de los humanos antiguos en Asia y sus conexiones con las poblaciones modernas.
El estudio, publicado en la revista Nature, se centró en dos individuos que vivieron en lo que ahora es Siberia hace miles de años. Los investigadores lograron extraer ADN de restos fósiles encontrados en una cueva en la región de Altái. Estos fósiles pertenecían a dos especies humanas antiguas: un denisovano, un grupo de homínidos que habitaban en la región en ese período, y un neandertal.
Al comparar el genoma de estos dos individuos con el de humanos modernos y otros homínidos antiguos, los investigadores pudieron identificar conexiones genéticas entre las poblaciones antiguas de Asia y las actuales. Descubrieron que los denisovanos y los neandertales contribuyeron a la diversidad genética de las poblaciones modernas en Asia, y que estas contribuciones varían en diferentes regiones.
Además, los científicos encontraron evidencia de interacción genética entre los denisovanos y los neandertales, lo que sugiere que estas dos especies humanas antiguas se mezclaron en un momento dado de su historia evolutiva. También observaron que algunas de las variantes genéticas heredadas de estos antiguos parientes están asociadas con rasgos fenotípicos en humanos modernos, como la altura y el metabolismo.
Estos hallazgos son significativos porque arrojan luz sobre la evolución humana en Asia y cómo las poblaciones antiguas interactuaron y se mezclaron entre sí a lo largo del tiempo. También demuestran la importancia de estudiar los genomas completos de homínidos antiguos para comprender mejor nuestra propia historia evolutiva y las raíces genéticas de las poblaciones modernas.
En resumen, el genoma completo de estos parientes asiáticos de hace 50 mil años proporciona una visión única de la diversidad genética en Asia y cómo las poblaciones antiguas contribuyeron a la composición genética de los humanos modernos. Este importante avance en la investigación genética nos acerca un paso más a comprender nuestra historia evolutiva y las complejas interconexiones entre las poblaciones antiguas y modernas.