Un reciente estudio arqueológico ha revelado evidencia de comportamiento moderno en Sudáfrica hace 44 mil años, desafiando las creencias previas sobre la evolución de la conducta humana en África.

Durante mucho tiempo, se ha creído que el comportamiento moderno, como la fabricación de herramientas sofisticadas o el arte rupestre, surgió hace unos 40 mil años en Europa. Sin embargo, el descubrimiento de artefactos en la cueva Border Cave en Sudáfrica sugiere que este tipo de comportamiento ya estaba presente en el continente africano mucho antes de lo que se pensaba.

Los investigadores encontraron herramientas de hueso y dientes, así como piezas de joyería hechas de conchas marinas, que indican una capacidad cognitiva avanzada y una habilidad para trabajar materiales diversos. Además, se descubrió una pintura rupestre en la cueva que representa un ave, lo que sugiere un nivel de simbolismo y expresión artística que se consideraba exclusivo de las sociedades europeas más tarde en la historia.

Este hallazgo desafía la idea de que el comportamiento moderno se desarrolló en Europa y luego se extendió a otras partes del mundo, sugiriendo que las poblaciones africanas también estaban desarrollando de manera independiente habilidades complejas hace 44 mil años. Esto plantea nuevas preguntas sobre cómo se difundió esta capacidad entre diferentes poblaciones humanas y cuál fue su impacto en la evolución de la especie.

En definitiva, este descubrimiento en Sudáfrica nos muestra que el comportamiento moderno no es exclusivo de una región geográfica en particular, sino que ha sido parte de la historia humana en todo el mundo durante mucho más tiempo de lo que se pensaba. Estudiar estas poblaciones antiguas nos ayuda a comprender mejor nuestra propia evolución y la diversidad de experiencias humanas a lo largo del tiempo y el espacio.