Los neandertales, una especie humana extinta que habitó en Europa y Asia hace aproximadamente entre 400,000 y 40,000 años atrás, son objeto de un intenso debate en la comunidad científica. Uno de los aspectos que ha despertado mayor interés es la crianza de los niños neandertales y en particular, cuánto amamantaban a sus crías.
A través de evidencias arqueológicas y estudios genéticos, se ha podido determinar que la lactancia materna desempeñó un papel crucial en la supervivencia de los niños neandertales. Se estima que la duración de la lactancia en esta especie era similar a la de los humanos modernos, con una duración de alrededor de dos años.
Sin embargo, lo que realmente ha sorprendido a los científicos es la frecuencia con la que los neandertales amamantaban a sus crías. Se ha descubierto que, en comparación con los humanos modernos, los neandertales practicaban una lactancia prolongada y frecuente. Se cree que esto se debía a la necesidad de asegurar un adecuado crecimiento y desarrollo de los niños neandertales en un entorno hostil y desafiante.
Además, estudios recientes han demostrado que la leche materna de los neandertales estaba enriquecida con nutrientes y anticuerpos que les ayudaban a combatir enfermedades y fortalecer su sistema inmunológico. Este hallazgo sugiere que los neandertales poseían un alto grado de sofisticación en cuanto a la crianza de sus hijos y estaban comprometidos con la supervivencia de su especie.
En resumen, los neandertales amamantaban a sus niños de manera similar a los humanos modernos, con una lactancia prolongada y frecuente. La leche materna era crucial para la supervivencia de los niños neandertales, proporcionándoles los nutrientes y anticuerpos necesarios para enfrentar los desafíos de su entorno. Estos hallazgos arrojan luz sobre la complejidad de la crianza de los neandertales y su habilidad para adaptarse y sobrevivir en un mundo cambiante.