La monogamia es una forma de relación en la que una persona tiene solo una pareja sexual o romántica en un momento dado. A lo largo de la historia, la monogamia ha sido una práctica común en muchas culturas y sociedades alrededor del mundo. Sin embargo, su origen y propósito han sido objeto de controversia y debate.
Una de las teorías más populares sobre el origen de la monogamia es la idea de que evolucionó como una estrategia para prevenir el infanticidio. Según esta teoría, la monogamia garantiza que un macho se quede cerca de la hembra y su descendencia, lo que reduce la probabilidad de que otro macho mate a los descendientes de otro para poder aparearse con la hembra.
El infanticidio es un comportamiento común en muchas especies animales, incluidos los humanos. En el caso de los humanos, se ha documentado que los hombres a veces matan a los hijos de sus parejas anteriores cuando entablan una nueva relación. Esto se debe a que los machos tienen una fuerte preferencia por invertir sus recursos en su propia descendencia, lo que a menudo conduce a la violencia contra niños que no son genéticamente suyos.
La monogamia podría haber surgido como una forma de proteger a los niños de ser víctimas de infanticidio por parte de machos que no son sus padres biológicos. Al formar una relación exclusiva con una hembra, los machos pueden asegurarse de que los hijos que crían sean sus propios descendientes, lo que aumenta sus posibilidades de transmitir sus propios genes a las generaciones futuras.
Sin embargo, vale la pena señalar que la relación entre monogamia e infanticidio no es necesariamente una explicación completa. La monogamia también puede tener otras ventajas evolutivas, como mejorar la estabilidad de la familia, aumentar la cohesión social o maximizar la inversión parental en la descendencia. Además, la monogamia no es la norma en todas las sociedades humanas, y algunas culturas practican la poligamia o formas alternativas de relación.
En resumen, la teoría de que la monogamia evolucionó para prevenir el infanticidio es solo una de las muchas posibles explicaciones sobre el origen de esta forma de relación. A medida que la investigación evolutiva continúa avanzando, es probable que surjan nuevas teorías y perspectivas sobre este fascinante tema.